La afición es soberana.
Después de varias semanas sin poder actualizar el blog ha cambiado mi suerte y parece posible que esto vuelva a funcionar, justo en la semana previa al derby que aunque sin dejar de ser un partido más está envuelto con ese morbo que lo hace especial para el aficionado al futbol sevillano.
No andan las cosas todo lo bien que quisiéramos en la liga, que es la competición que nos queda una vez que fuimos apeado del torno del KO por un Valencia pendenciero y extremadamente rácano en cuanto a futbol mostrado en el global de la eliminatoria, la capacidad goleadora del Sevilla está bajo mínimos aun siendo de los equipos que más ocasiones crea ante el marco rival, una vez que conseguimos que el entramado defensivo funcione se desconecta el ofensivo y es que si tiras de la manta se te destapan los pies.
Hemos desaprovechado muchas y claras oportunidades de sumar de tres en tres ante equipos a priori inferiores por ejemplo el caso del Rayo donde aparte de perder dio impresión de que el equipo no quería correr, falto de intensidad línea por línea, como si el partido se ganara con la camiseta. Por el contrario ha habido otros donde el factor suerte ha influido mucho, la primera parte contra el Espanyol es un claro ejemplo de mala suerte, en otro momento jugando así se hubiera goleado. Es momento de ser crítico con lo hecho pues queda una segunda vuelta donde es posible revertir la situación, estamos a tan solo cinco puntos de Champions y a uno de Europa Legue, muy cerca del objetivo primigenio pero para conseguirlo algo debe cambiar.
No ayuda para nada las constantes noticias sobre riñas callejeras con protagonistas de la primer plantilla y aficionados… ¿sevillistas? Ni por supuesto ese run run que se oye en el estadio cuando algún jugador falla un control o un pase, jugadores que están faltos de confianza por los últimos resultados cosechados lo único que conseguimos con esto es acrecentar esa falta de confianza cuando lo lógico sería lo contrario arropando a los tuyos y haciéndolos crecer durante el juego.
La afición es soberana y de algún modo debe exponer su malestar con el equipo por eso entiendo, aunque no lo comparto, que se silbe al finalizar el choque como ocurrió en el pasado encuentro, imagino al ser tan generalizada la pitada llegara a los oídos de los que tienen que tomar decisiones para arreglar esta situación, espero que tenga mano firme pero sobretodo que lo haga lo antes posible. Personalmente creo que hay mimbres tanto sobre el césped como en el banco para acabar entre los cuatro primeros, cuestión de fe.
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